Recientemente, numerosos estudios en el campo de la neurociencia y microbioma humano indican al período primal como de fundamental importancia para el futuro de la persona.
El concepto de Salud Primal fue presentado en la década de los ochenta por el médico francés Michel Odent, quien la define como una rama de la epidemiología que estudia los efectos a largo plazo de las experiencias durante la gestación, parto-nacimiento y primer año de vida.
El cerebro primal (subcortical), el sistema inmunológico y el sistema endocrino forman el sistema de adaptación primal, y la salud, sería la forma de funcionar de este sistema.
Estos sistemas se desarrollan, se regulan, se ajustan durante la vida fetal, el periodo perinatal y la primera infancia.
La Salud primal entonces, es el nivel de equilibrio alcanzado por este sistema y se construye durante todo el periodo de estrecha dependencia de la madre, en el útero, durante el parto y por supuesto durante el periodo de lactancia.
Todo lo que ocurra durante este período influye sobre ese estado de salud de base.
Por su parte, la lactancia materna y la leche materna son la normalidad biológica, expresión de un sofisticado mecanismo evolutivo que ha combinado la necesidad de desarrollo neurobiológico, microbiano, psicológico, afectivo-emocional y la necesidad nutricional del niño.
Hablar sobre la lactancia materna desde un punto de vista solamente nutricional es reduccionista y contribuye a la idea de que la leche, como alimento simple, puede ser sustituido por productos industriales.
La lactancia materna involucra una serie de procesos fisiológicos que comienzan antes del embarazo y continúan durante el primer año, incluida la fase de endogestación y exogestación, es decir, el período primal.
Un paso esencial para comprender cómo la lactancia materna tiene un impacto en la salud de las poblaciones es volver a conectar las diversas partes del período primal:
Así, vía epigenética (modificaciones que ocurren por sobre la genética), la nutrición temprana juega un rol fundamental en la programación del desarrollo, influenciando la suceptibilidad individual al desarrollo tardío de enfermedad cardiovascular, obesidad, DM y otras enfermedades crónicas no transmisibles.
Los primeros 1000 días de vida son cruciales no sólo para el establecimiento fisiológico de la microbiota intestinal, donde la lactancia juega un rol preponderante, sino también para el desarrollo del SNC, se conoce desde hace tiempo la interacción recíproca entre el cerebro y el intestino, tanto así que hay estudios que muestran correlación entre la composición de la microbiota y alteraciones en el desarrollo neurocognitivo y de comportamiento emergentes en la última década.
Por otra parte, la leche materna juega un rol irremplazable en el sistema inmunológico, desde el calostro hasta la leche del destete, hay traspaso de bacterias que crean una microbiota salutogénica, de anticuerpos y diversos factores bioactivos que confieren inmunidad tanto activa como pasiva frente a infecciones y además, juega un papel importante en el desarrollo de la tolerancia, es decir frente a alergias e inflamaciones crónicas.
La evidencia reciente muestra que algunos de los cambios epigenéticos provenientes de la nutrición temprana y el microbioma, pueden ser heredados transgeneracionalmente, y por lo tanto tener un impacto significativo en la evolución!!
Si fuéramos música…toda una pieza compleja y perfecta que nos regala la naturaleza para nuestro asombro…qué les parece?
